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El Turismo Slow en Colombia

El Turismo Slow en Colombia

Durante años, nos han vendido la idea de que viajar significa ver la mayor cantidad de lugares posible en el menor tiempo. Ir de ciudad en ciudad, tomar miles de fotos, tachar destinos de una lista. Pero cada vez más personas se están haciendo una pregunta clave: ¿realmente estamos conociendo los lugares que visitamos? De ahí nace el turismo slow, una forma de moverse que invita a todo lo contrario: viajar sin prisa, conectarse con lo local y disfrutar del momento sin correr detrás del reloj. No se trata de una moda pasajera, sino de una manera diferente de entender el viaje. Y Colombia, con toda su riqueza y su ritmo propio, tiene mucho que ofrecer para quienes eligen este camino. Más allá del recorrido, está la experiencia El turismo slow no tiene que ver con un tipo específico de destino, sino con la forma en que decidimos vivirlo. Es hacer una pausa, mirar con atención, escuchar a quienes habitan el lugar y dejarse sorprender por lo sencillo. En lugar de visitar cinco pueblos en tres días, ¿por qué no elegir uno y explorarlo de verdad? Caminarlo, probar su comida, hablar con sus habitantes, participar en su cotidianidad. Ese tipo de conexión es mucho más valiosa que una foto bonita o una publicación apurada en redes sociales. Una respuesta al turismo acelerado Vivimos en una época en la que el tiempo parece escaso, incluso en vacaciones. Por eso, el turismo slow aparece como un respiro necesario. Es una forma de volver a disfrutar de lo esencial, de mirar con calma y de hacer del viaje una experiencia más humana. También es una manera más consciente de relacionarnos con los destinos. Porque cuando bajamos el ritmo, empezamos a ver el impacto que generamos, entendemos mejor la cultura local y valoramos lo que ese lugar tiene para ofrecer sin alterar su ritmo natural. Colombia: Colombia es un terreno fértil para el turismo slow. A diferencia de otros países donde el ritmo es más rápido o todo está enfocado en grandes atracciones, aquí la magia muchas veces está en los detalles: en una conversación con una señora en la plaza, en un café campesino servido al fogón, en un taller de artesanías heredado por generaciones. En Boyacá, por ejemplo, hay decenas de pueblos donde el tiempo parece haberse detenido. Lugares como Monguí, Iza, Tibasosa o Tinjacá no necesitan grandes eventos para enamorar a quien los visita. Solo hay que dejarse llevar, caminar sin apuro, abrirse a la experiencia. Lo simple también es valioso A veces confundimos viajar bien con viajar caro o muy lejos. Pero muchas veces, los mejores recuerdos vienen de momentos simples: una comida casera, una caminata por el campo, una charla espontánea. El turismo slow rescata ese valor y lo pone en el centro del viaje. No se trata de cambiar el destino, sino la forma de estar en él. Y eso está al alcance de todos. Una invitación a mirar distinto Desde LaGuíaTurismo creemos que vale la pena repensar la manera en que viajamos. No solo por nosotros, sino también por los lugares que visitamos. El turismo slow no es un paquete, ni una etiqueta: es una actitud. Y Colombia, con su gente, sus paisajes y sus tiempos pausados, nos ofrece el escenario perfecto para practicarlo. La próxima vez que planees una salida, pregúntate: ¿quieres llegar a más lugares o conectar más con el lugar al que llegas? Ahí empieza el cambio.

El Poder del Side Hustle: ¿Por qué cada vez más personas apuestan por ingresos extra?

Side Hustle

En un mundo donde el costo de vida no para de subir y la estabilidad laboral parece cada vez más incierta, muchas personas están encontrando una alternativa inteligente: el side hustle. Puede sonar como una moda anglosajona, pero en realidad es una práctica que cada vez gana más fuerza en Colombia y América Latina. ¿De qué se trata y por qué puede ser una oportunidad clave para ti? Aquí te lo explicamos. ¿Qué es un side hustle? Un side hustle es, en palabras simples, una actividad económica secundaria que una persona realiza además de su trabajo principal. Puede ser un proyecto personal, un emprendimiento digital o una forma de monetizar un talento o pasatiempo. La diferencia con un “rebusque” tradicional es que se hace con visión estratégica: buscando ingresos sostenibles, crecimiento y, en muchos casos, independencia económica a largo plazo. No se trata de renunciar a tu trabajo de inmediato, sino de construir algo adicional que te genere valor (económico, profesional o personal). ¿Por qué están en auge? Hoy más que nunca, las personas están entendiendo que depender de una sola fuente de ingresos es riesgoso. El contexto post-pandemia, la inflación y la transformación digital han hecho que muchos busquen opciones más flexibles y rentables. Y ahí es donde el side hustle cobra sentido. Además, la tecnología ha democratizado el emprendimiento. Ya no necesitas una oficina, ni grandes inversiones para empezar algo propio. Puedes hacerlo desde tu celular o laptop, incluso desde casa, en tus tiempos libres. Ejemplos de side hustle que funcionan Lo importante es que se adapte a tus habilidades, recursos disponibles y al tiempo que realmente puedes dedicarle. Ventajas de tener un side hustle 1. Ingresos adicionales El beneficio más evidente: más dinero al final del mes. Estos ingresos pueden ayudarte a pagar deudas, ahorrar, invertir o simplemente darte un gusto sin afectar tu presupuesto principal. 2. Libertad y autonomía Un side hustle te permite tomar decisiones sobre cómo y cuándo trabajar. No dependes de un jefe ni de un horario fijo. 3. Desarrollo de habilidades Muchos descubren talentos que no usaban en su empleo principal. Aprender sobre ventas, manejo de redes, contabilidad básica o atención al cliente puede abrir nuevas puertas profesionales. 4. Posibilidad de escalar Lo que hoy es un ingreso extra puede convertirse mañana en tu principal fuente de ingresos. De hecho, muchos emprendimientos grandes comenzaron como side hustles. ¿Vale la pena intentarlo? No es fácil, eso hay que decirlo. Requiere organización, tiempo y algo de disciplina. Pero también es cierto que nunca fue tan accesible como hoy. Plataformas digitales, redes sociales, apps de pago y hasta inteligencia artificial han reducido las barreras para empezar. Si tienes una idea, una habilidad o simplemente una necesidad de mejorar tus finanzas, vale la pena explorar este camino. Comenzar pequeño no significa pensar en pequeño. Es el primer paso hacia algo más grande. El side hustle no es una moda pasajera, es una respuesta concreta a los retos económicos actuales. Es una forma inteligente de diversificar ingresos, crecer profesionalmente y ganar control sobre tu futuro. No necesitas renunciar a tu trabajo ni tener una idea revolucionaria. Solo necesitas tomar la decisión de empezar, aprender en el camino y ver cómo algo pequeño puede generar un impacto grande en tu vida.

El Error Más Común al Calcular el Costo Real de un Vehículo

Comprar un auto es, para muchos, un símbolo de independencia, comodidad y hasta logro personal. Pero también es una de las decisiones económicas más importantes que se toman a lo largo de la vida. Y aunque todos creemos tener claro cuánto estamos dispuestos a gastar, hay un detalle que con frecuencia se pasa por alto: el verdadero costo de tener un vehículo no está en el precio de venta. La mayoría de las personas comete el mismo error —y lo hace sin darse cuenta—: enfocarse únicamente en el valor de compra o en la cuota mensual del préstamo. Esa cifra, aunque central, no cuenta toda la historia. Detrás del volante hay una serie de gastos ocultos que, sumados, pueden hacer que el auto más “económico” termine siendo una carga financiera considerable. El costo invisible que no aparece en la concesionaria Al hablar de “costo real”, no nos referimos solo a lo que se paga al principio. Tener un auto implica asumir una lista de compromisos que se extienden durante años: desde el combustible y el seguro, hasta el mantenimiento regular, las reparaciones inesperadas, impuestos, patentes y, por supuesto, la temida depreciación. Sí, porque mientras vos usás el auto, su valor baja. Y baja más rápido de lo que muchos imaginan. En promedio, un vehículo nuevo pierde hasta un 25% de su valor en el primer año. Eso significa que al salir del concesionario, ya estás asumiendo una pérdida patrimonial que, aunque no se sienta de inmediato, existe. Un compromiso económico a largo plazo También hay que considerar otros factores menos evidentes pero igual de importantes: los costos financieros de un crédito, el precio del seguro según el modelo y perfil del conductor, o incluso cuánto vas a gastar en combustible mes a mes. Cada una de estas variables puede alterar tu presupuesto si no fueron tenidas en cuenta desde el principio. En contextos urbanos, donde el estacionamiento, los peajes o las restricciones de circulación son cada vez más comunes, el auto deja de ser solo un medio de transporte y se convierte en una decisión financiera que impacta tu rutina y tu bolsillo. Elegir con la cabeza Es natural dejarse llevar por las emociones al comprar un vehículo. El diseño, la marca, las prestaciones o una buena oferta pueden nublar la evaluación objetiva. Pero elegir bien un auto también implica hacer números. Es pensar a mediano y largo plazo. Es anticiparse a lo que vas a pagar cuando no estés manejando. Por eso, antes de decidir, es clave informarse. Existen herramientas para calcular el costo total de propiedad de un vehículo según marca, modelo, consumo y otros factores. Usarlas puede ayudarte a ver con claridad lo que de otro modo terminarías descubriendo demasiado tarde. Una decisión inteligente empieza por una pregunta simple ¿Este auto encaja realmente con mi realidad económica? Si la respuesta no es un sí claro, es momento de reconsiderar. Porque un auto no debe ser solo un sueño alcanzado, sino una decisión sustentable. En definitiva, el error más común al comprar un auto no es elegir mal el modelo o pagar de más. Es no haber evaluado con claridad todo lo que implica tenerlo. Y como toda buena decisión comienza con información, desde La Guía de Vehículos te invitamos a ir más allá del precio y mirar el panorama completo.

El Boom de los Productos para Mascotas en 2025

Mascotas

El mundo de las mascotas ha cambiado. Antes, bastaba con brindarles alimento y un lugar donde dormir, pero hoy, perros y gatos son considerados parte de la familia. Esta transformación en la relación entre humanos y animales ha impulsado el crecimiento de una industria que no deja de evolucionar: el mercado de productos y servicios para mascotas. Colombia ha sido testigo de este fenómeno. Con un crecimiento constante, este sector se ha convertido en uno de los más rentables del país. Más allá de los alimentos tradicionales, los consumidores buscan productos especializados, desde comida natural hasta tecnología que facilite el cuidado de sus compañeros peludos. Un mercado en crecimiento El sector de las mascotas en Colombia mueve aproximadamente $1,2 billones al año, con una tendencia en alza. Cada vez más personas invierten en productos de mejor calidad, optando por opciones saludables, ecológicas y adaptadas a las necesidades específicas de cada animal. La alimentación es una de las áreas que más ha evolucionado. La demanda de productos premium, sin conservantes y con ingredientes naturales, ha generado una oferta mucho más variada. Los dueños de mascotas están dispuestos a pagar más por opciones que mejoren la calidad de vida de sus animales, lo que ha llevado a un auge de marcas especializadas en nutrición canina y felina. El bienestar en primer plano La industria ha ido más lejos. Hoy, los accesorios y servicios para mascotas no solo cumplen una función básica, sino que buscan mejorar su bienestar. Camas ortopédicas, juguetes interactivos, rastreadores GPS y hasta seguros médicos son parte del catálogo de opciones disponibles. La sostenibilidad también ha cobrado protagonismo. Muchas marcas han comenzado a desarrollar productos ecológicos, con empaques biodegradables y materiales reciclados, respondiendo a la creciente preocupación por el impacto ambiental. Por otro lado, los servicios para mascotas han ganado terreno. Guarderías, spas, entrenamiento personalizado y hasta hoteles para perros y gatos reflejan el interés de los dueños por ofrecer una mejor calidad de vida a sus compañeros. Un sector con grandes oportunidades El crecimiento del mercado de mascotas en Colombia no muestra señales de desaceleración. Se estima que este sector alcanzará los $6,1 billones en 2026, lo que lo convierte en una oportunidad clave para emprendedores e inversionistas. La demanda por productos y servicios innovadores sigue en aumento, y quienes logren ofrecer propuestas diferenciadas tendrán un camino prometedor. Desde tiendas en línea especializadas hasta experiencias personalizadas para mascotas, las posibilidades son infinitas en un mercado que continúa expandiéndose. El boom de los productos para mascotas en Colombia es un reflejo del cambio en la forma en que las personas ven y cuidan a sus animales. Lo que antes era un mercado limitado, hoy es un sector en plena evolución, con opciones cada vez más innovadoras y especializadas. Para los emprendedores, esta es una gran oportunidad. Con una demanda creciente y consumidores dispuestos a invertir en el bienestar de sus mascotas, el futuro de esta industria promete seguir en expansión.

Cómo maximizar el Engagement

¿Qué es realmente el engagement? A diario, muchas marcas y negocios buscan “más engagement” en sus canales digitales, pero no siempre se tiene claro a qué se refieren exactamente. El engagement, en palabras sencillas, es el nivel de conexión y participación que logras con tu audiencia. No se trata solo de cuántos “me gusta” tiene una publicación, sino de cuántas personas interactúan, confían y se interesan de verdad por lo que compartes. Es ese vínculo que se genera cuando un cliente te recuerda, te recomienda o vuelve a comprar. En el entorno digital, el engagement es una señal de que tu mensaje está funcionando y de que tu marca está viva en la mente de las personas. El costo invisible de los intermediarios ¿Alguna vez te has detenido a pensar cuánto dinero se pierde en comisiones y costos adicionales cada vez que vendes o compras a través de terceros? Ese tipo de pérdidas no solo afectan tus finanzas, también debilitan la relación directa entre quien ofrece y quien necesita un producto o servicio. Pongamos un ejemplo concreto. Vender un vehículo usado a través de un concesionario puede parecer cómodo, pero ese “servicio” suele costar entre un 10% y 20% del valor de venta. En otras palabras, si vendes tu auto por 10´000.000, podrías terminar recibiendo solo 8´000.000. Todo por no tener acceso a una plataforma que te permita conectar directamente con el comprador. Lo mismo sucede cuando reservas un hotel o servicio turístico a través de una aplicación internacional. Muchas de estas plataformas cobran comisiones de hasta el 25% al negocio local. Al final, el viajero paga más y el proveedor recibe menos. Nadie gana, excepto el intermediario. Por eso plataformas como LaGuíaNegocios.com se han convertido en una alternativa real para recuperar el control sobre cada transacción. Al eliminar a los intermediarios, el vínculo entre usuario y negocio es directo, transparente y beneficioso para ambas partes. Y sí, eso también es engagement: cuando el cliente siente que puede confiar en ti sin condiciones ni costos ocultos. ¿Cuánto estás perdiendo sin darte cuenta? Una buena manera de entender el impacto de estos costos es hacer un cálculo básico. Imagina que realizas cinco transacciones importantes al año, como vender un vehículo, reservar viajes o comprar maquinaria para tu negocio. Si cada una de esas operaciones tiene un promedio de comisión del 15%, y el monto promedio por transacción es de 1.000, estás perdiendo 750 al año solo en comisiones. Esa cifra puede parecer menor a primera vista, pero acumulada representa una pérdida significativa, especialmente para emprendedores, pequeños negocios o personas que intentan optimizar sus ingresos. Ahora bien, ¿qué pasaría si pudieras invertir ese mismo dinero en mejorar tu producto, publicitar tu negocio o simplemente ahorrarlo? La diferencia no es solo económica. También cambia la manera en que interactúas con tu audiencia: con transparencia, sin barreras y generando confianza. Engagement real, no solo números Hay una diferencia importante entre tener presencia digital y generar impacto real. Muchas marcas se enfocan en crecer en seguidores o subir publicaciones todos los días, pero si no hay conexión, si nadie responde, si no se genera conversación o confianza, entonces ese esfuerzo no está dando frutos. El engagement verdadero nace cuando tu propuesta es clara, tu mensaje sincero y tu canal confiable. En ese sentido, LaGuíaNegocios.com no solo funciona como una vitrina digital, sino como un espacio donde los negocios se muestran con identidad, los compradores se sienten seguros y las relaciones comerciales se fortalecen sin intermediarios. Maximizar el engagement no tiene que ser complicado. A veces, lo más poderoso es volver a lo esencial: hablar claro, ofrecer valor real y establecer vínculos sin barreras innecesarias. Las personas valoran cada vez más la autenticidad, la transparencia y el contacto directo. Plataformas como LaGuíaNegocios.com entienden eso y por eso están ganando terreno: porque permiten que el trato sea entre personas, sin comisiones ocultas ni procesos complejos.

¿Realmente se ahorra dinero teniendo paneles solares en tu hogar?

paneles solares

¿Vale la pena invertir en energía solar en Colombia? Es una pregunta que muchos colombianos se hacen hoy. Con las tarifas de energía aumentando año tras año, cada vez más personas exploran alternativas para reducir sus gastos en el hogar. La energía solar aparece como una solución atractiva, pero ¿realmente representa un ahorro? ¿O es solo una moda costosa? En este artículo quiero compartir una visión clara y directa sobre lo que implica tener paneles solares en casa, basándome en cifras reales, beneficios comprobables y algunas aclaraciones necesarias para que tomes una decisión informada. ¿Cuánto hay que invertir? Uno de los puntos que más dudas genera es el valor de la instalación. En Colombia, instalar un sistema solar en una vivienda implica una inversión importante, pero no inaccesible. Para un hogar pequeño o con bajo consumo, un sistema básico puede costar entre 15 y 25 millones de pesos. En cambio, si se trata de una casa con mayor demanda de energía, el valor puede subir entre 30 y 60 millones. Esto dependerá del tamaño del sistema, la calidad de los equipos y la ubicación del inmueble. También hay que tener en cuenta los beneficios que ofrece el Estado: existen leyes como la 1715 de 2014 que permiten deducir parte de la inversión en impuestos, y desde 2023 los paneles están exentos de IVA. En otras palabras, el costo ha bajado y hay formas de hacerlo más accesible. ¿Cuánto se ahorra realmente en la factura? Aquí está la verdadera razón por la que la mayoría decide dar el paso: el ahorro mensual. Una familia promedio que paga unos 300 mil pesos al mes en energía podría ver su factura reducida hasta en un 90%. Eso significa pagar 30 o 40 mil pesos al mes. En esos casos, la inversión se puede recuperar entre cinco y siete años. Pero el beneficio no termina ahí. Los paneles solares duran entre 25 y 30 años. Así que una vez se recupera la inversión, el resto de los años es puro ahorro. Eso sin contar que, al generar su propia energía, el hogar se vuelve menos vulnerable a los incrementos en las tarifas eléctricas. Desmontando algunos mitos Aunque la energía solar ha ganado terreno, todavía existen muchas creencias erróneas que generan desconfianza. Aquí aclaramos algunas: “En Colombia no hay suficiente sol” Falso. Nuestro país tiene una radiación solar excelente, incluso superior a países como Alemania, que lideran el uso de energía solar en Europa. “El mantenimiento es costoso” Tampoco es cierto. Los paneles requieren muy poco mantenimiento. Con una limpieza básica y una revisión anual que puede costar entre 200 y 500 mil pesos, es suficiente para mantener todo en buen estado. “No sirven en días nublados” Si bien el rendimiento baja, los paneles siguen funcionando. Captan la luz solar, incluso cuando está dispersa por las nubes. No generan igual que en un día despejado, pero no se detienen. ¿Y qué hay de los apoyos? Además de la Ley 1715 y la exención del IVA, algunas ciudades están empezando a impulsar programas para facilitar la transición energética. En Bogotá, por ejemplo, el programa “Bogotá Solar” ofrece asesorías gratuitas, estudios técnicos sin costo y acompañamiento durante el proceso de instalación. Estos esfuerzos ayudan a que más familias accedan a la tecnología, especialmente en un contexto donde el ahorro energético también significa una mejor calidad de vida. Los paneles solares no son solo una tendencia. Son una herramienta real para ahorrar, protegerse de las subidas en los precios de la energía y aportar al medio ambiente. Aunque la inversión inicial puede parecer alta, el retorno es claro y medible con el paso de los años. Más allá del ahorro, instalar paneles también es una forma de pensar en el futuro: en la sostenibilidad del hogar, en el valor de la propiedad y en una relación más equilibrada con los recursos que usamos cada día. Si alguna vez te preguntaste si valía la pena dar el paso hacia la energía solar, la respuesta es: sí, siempre y cuando se entienda como una inversión de largo plazo. Y en un país como Colombia, con tanto potencial solar, esa inversión tiene todo el sentido.

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