¿Vale la pena invertir en energía solar en Colombia?
Es una pregunta que muchos colombianos se hacen hoy. Con las tarifas de energía aumentando año tras año, cada vez más personas exploran alternativas para reducir sus gastos en el hogar. La energía solar aparece como una solución atractiva, pero ¿realmente representa un ahorro? ¿O es solo una moda costosa?
En este artículo quiero compartir una visión clara y directa sobre lo que implica tener paneles solares en casa, basándome en cifras reales, beneficios comprobables y algunas aclaraciones necesarias para que tomes una decisión informada.
¿Cuánto hay que invertir?
Uno de los puntos que más dudas genera es el valor de la instalación. En Colombia, instalar un sistema solar en una vivienda implica una inversión importante, pero no inaccesible.
Para un hogar pequeño o con bajo consumo, un sistema básico puede costar entre 15 y 25 millones de pesos. En cambio, si se trata de una casa con mayor demanda de energía, el valor puede subir entre 30 y 60 millones. Esto dependerá del tamaño del sistema, la calidad de los equipos y la ubicación del inmueble.
También hay que tener en cuenta los beneficios que ofrece el Estado: existen leyes como la 1715 de 2014 que permiten deducir parte de la inversión en impuestos, y desde 2023 los paneles están exentos de IVA. En otras palabras, el costo ha bajado y hay formas de hacerlo más accesible.
¿Cuánto se ahorra realmente en la factura?
Aquí está la verdadera razón por la que la mayoría decide dar el paso: el ahorro mensual. Una familia promedio que paga unos 300 mil pesos al mes en energía podría ver su factura reducida hasta en un 90%. Eso significa pagar 30 o 40 mil pesos al mes. En esos casos, la inversión se puede recuperar entre cinco y siete años.
Pero el beneficio no termina ahí. Los paneles solares duran entre 25 y 30 años. Así que una vez se recupera la inversión, el resto de los años es puro ahorro. Eso sin contar que, al generar su propia energía, el hogar se vuelve menos vulnerable a los incrementos en las tarifas eléctricas.
Desmontando algunos mitos
Aunque la energía solar ha ganado terreno, todavía existen muchas creencias erróneas que generan desconfianza. Aquí aclaramos algunas:
“En Colombia no hay suficiente sol”
Falso. Nuestro país tiene una radiación solar excelente, incluso superior a países como Alemania, que lideran el uso de energía solar en Europa.
“El mantenimiento es costoso”
Tampoco es cierto. Los paneles requieren muy poco mantenimiento. Con una limpieza básica y una revisión anual que puede costar entre 200 y 500 mil pesos, es suficiente para mantener todo en buen estado.
“No sirven en días nublados”
Si bien el rendimiento baja, los paneles siguen funcionando. Captan la luz solar, incluso cuando está dispersa por las nubes. No generan igual que en un día despejado, pero no se detienen.
¿Y qué hay de los apoyos?
Además de la Ley 1715 y la exención del IVA, algunas ciudades están empezando a impulsar programas para facilitar la transición energética. En Bogotá, por ejemplo, el programa “Bogotá Solar” ofrece asesorías gratuitas, estudios técnicos sin costo y acompañamiento durante el proceso de instalación.
Estos esfuerzos ayudan a que más familias accedan a la tecnología, especialmente en un contexto donde el ahorro energético también significa una mejor calidad de vida.
Los paneles solares no son solo una tendencia. Son una herramienta real para ahorrar, protegerse de las subidas en los precios de la energía y aportar al medio ambiente. Aunque la inversión inicial puede parecer alta, el retorno es claro y medible con el paso de los años.
Más allá del ahorro, instalar paneles también es una forma de pensar en el futuro: en la sostenibilidad del hogar, en el valor de la propiedad y en una relación más equilibrada con los recursos que usamos cada día.
Si alguna vez te preguntaste si valía la pena dar el paso hacia la energía solar, la respuesta es: sí, siempre y cuando se entienda como una inversión de largo plazo. Y en un país como Colombia, con tanto potencial solar, esa inversión tiene todo el sentido.