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Tendencias de Diseño en Hospedaje que Conquistan

En un mundo donde viajar dejó de ser solo desplazarse para convertirse en una experiencia completa, el diseño del lugar donde nos hospedamos ha cobrado un protagonismo cada vez mayor. Hoy, no basta con ofrecer una cama cómoda; el turista busca conexión, autenticidad, funcionalidad y una estética que refleje los valores del destino que visita. Colombia, y especialmente regiones como Boyacá, han comenzado a responder a estas nuevas demandas del viajero moderno. ¿Qué buscan exactamente? ¿Cómo se transforma el diseño en una herramienta para atraer turistas? A continuación, exploramos las principales tendencias que están marcando la pauta en el sector del hospedaje. Diseño como experiencia: más que una habitación El diseño ya no se limita a lo visual. Se ha convertido en una experiencia sensorial integral. Iluminación cálida, texturas naturales, sonidos ambientales y aromas sutiles son ahora parte del entorno del huésped. El objetivo es despertar emociones, hacer que el visitante recuerde el lugar no solo por su comodidad, sino por cómo lo hizo sentir. Un estudio de Hospitality Design Magazine reveló que el 76 % de los huéspedes recuerda más el ambiente y diseño de su hospedaje que el desayuno o la atención en recepción. Esto demuestra cómo la atmósfera puede convertirse en una ventaja competitiva. La naturaleza como protagonista El diseño biofílico, tendencia global, ha llegado con fuerza al hospedaje colombiano. Este enfoque busca integrar la naturaleza en los espacios construidos: techos verdes, jardines interiores, muros vivos y grandes ventanales que invitan al paisaje a entrar. Según datos de Booking.com, el 83 % de los viajeros colombianos preferiría alojamientos con prácticas sostenibles. La presencia de elementos naturales no solo embellece el lugar, también lo hace más saludable y respetuoso con el entorno. En departamentos como Boyacá, esta tendencia ha sido aprovechada por alojamientos rurales que integran materiales como la guadua, la piedra y la tierra compactada, generando espacios únicos que hablan del territorio. Espacios versátiles y funcionales Los cambios en las formas de viajar han generado nuevas necesidades. Hoy, muchos turistas trabajan mientras viajan, viajan con mascotas, o buscan espacios comunes donde compartir con otros viajeros. El diseño debe adaptarse a esta nueva realidad. Espacios multifuncionales como habitaciones con escritorios, zonas comunes tipo coworking, cocinas compartidas y patios que se convierten en salas de encuentro son cada vez más comunes. Esta adaptabilidad en el diseño permite que un hospedaje pueda acoger distintos tipos de experiencias en un solo lugar. Tecnología sí, pero sin perder la calidez La automatización es bienvenida, pero no debe reemplazar la atención humana. Check-ins digitales, reservas automatizadas y control por voz pueden agilizar procesos, pero el trato amable, la sonrisa genuina y las recomendaciones personalizadas siguen marcando la diferencia. Según Think with Google, el 74 % de los viajeros confía más en alojamientos que personalizan su experiencia desde la reserva. La clave está en encontrar un equilibrio entre eficiencia tecnológica y cercanía humana. Cultura local reflejada en cada detalle El diseño también cuenta historias. Y los turistas valoran que esa historia sea auténtica. Por eso, cada vez más hospedajes están incorporando en su diseño elementos del arte, la arquitectura y la artesanía local. Muebles hechos por artesanos, textiles típicos, cerámicas o murales inspirados en la identidad del lugar convierten al hospedaje en un destino en sí mismo. Plataformas de análisis como WGSN han demostrado que los alojamientos con fuerte carga de identidad local tienen mayor presencia en redes sociales y generan más interacción con sus visitantes. Hoy, el diseño de un hospedaje no es solo cuestión de estilo. Es una herramienta para atraer turistas, ofrecer experiencias memorables y fortalecer la relación con el entorno. En un contexto donde cada detalle suma, pensar en cómo se vive y se siente un espacio puede ser la clave del éxito. Si estás pensando en lanzar o renovar tu hospedaje, ten en cuenta que los viajeros de hoy ya no buscan solo un lugar donde quedarse. Buscan un lugar que los inspire, los relaje, los sorprenda y les cuente una historia.

Boyacá, el Nuevo Foco de Inversión Inmobiliaria en Colombia

Durante años, la inversión inmobiliaria en Colombia ha estado fuertemente concentrada en las grandes ciudades. Sin embargo, una nueva región comienza a llamar la atención por su potencial de crecimiento, su conectividad estratégica y su atractiva relación costo–beneficio: Boyacá. Este departamento, conocido tradicionalmente por su riqueza cultural, sus paisajes y su gente, hoy también se posiciona como un escenario clave para el desarrollo inmobiliario, tanto en vivienda como en espacios comerciales y turísticos. Expansión urbana y dinamismo económico En los últimos años, ciudades como Tunja, Duitama y Sogamoso han experimentado una dinámica notable en el sector vivienda. Solo en el primer semestre de 2024, Boyacá registró un aumento del 17.5 % en ventas de vivienda nueva. Tunja lideró con más de 1.000 unidades vendidas, especialmente en proyectos que integran zonas comunes, espacios funcionales y precios atractivos frente a mercados como Bogotá. Este crecimiento no es casual. La mejora en las vías de acceso, como la doble calzada Briceño–Tunja–Sogamoso, ha potenciado la movilidad regional y facilitado la conexión con el centro del país, aumentando significativamente el atractivo para vivir o invertir en la zona. Turismo y rentas de corta estancia: un nicho en expansión El auge turístico en Boyacá también ha abierto oportunidades para quienes ven en la renta de corta estancia una alternativa rentable. Municipios como Villa de Leyva, Paipa, Tibasosa y Monguí reciben cada vez más visitantes en busca de experiencias culturales, bienestar o turismo rural. Esto ha impulsado la demanda de alojamientos tipo cabañas, casas de campo o apartamentos turísticos, ideales para quienes buscan diversificar su portafolio a través del alquiler por plataformas digitales. Para los inversores, este segmento representa una opción con alto potencial de retorno, especialmente en temporadas altas y fines de semana. Valorización sostenida y baja oferta Mientras la demanda continúa creciendo, la oferta de vivienda nueva en el departamento se ha reducido. En comparación con años anteriores, se ha evidenciado una baja en unidades disponibles, lo que ha comenzado a presionar al alza los precios del metro cuadrado, particularmente en el eje urbano Tunja–Duitama–Sogamoso. Este comportamiento sugiere un escenario favorable para la valorización de inmuebles, especialmente para quienes logren adquirir propiedades en etapas tempranas de desarrollo o en sectores en consolidación. Apoyo institucional y nuevos modelos de inversión El respaldo de instituciones como Camacol Boyacá y la realización de ferias como Expovivienda & Construcción 2025 han dinamizado el sector, permitiendo a constructores, inversionistas y compradores acceder a una amplia oferta con respaldo financiero y legal. Además, empiezan a explorarse modelos innovadores como la tokenización inmobiliaria, una alternativa de inversión colaborativa que permite ingresar al mercado sin necesidad de adquirir propiedades completas, ampliando el acceso para nuevos perfiles de inversionistas. ¿Por qué considerar a Boyacá como una inversión segura? Porque el departamento combina tres elementos clave: precios competitivos, alta demanda sostenida y una fuerte proyección de desarrollo económico y turístico. A diferencia de otros mercados saturados, Boyacá ofrece espacios para crecer, diversificarse y anticiparse a una valorización que ya comenzó a sentirse. En resumen, invertir en Boyacá hoy no es solo una decisión estratégica. Es apostar por un territorio en transformación, con bases sólidas, oportunidades tangibles y una identidad que cada vez más colombianos y extranjeros están empezando a descubrir.

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