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Agentes inmobiliarios vs. plataformas digitales: ¿Quién gana la batalla?

El mercado inmobiliario en Colombia vive un momento de transformación. Por un lado, están los agentes inmobiliarios, con años de experiencia y trato personalizado. Por otro, las plataformas digitales, que con tecnología y rapidez han cambiado la forma en que compramos y vendemos propiedades. ¿Pero quién está ganando esta batalla? Más allá de elegir un bando, la realidad es que ambos actores pueden complementarse para ofrecer mejores resultados. Agentes inmobiliarios: experiencia y atención personalizada Los agentes inmobiliarios siguen siendo piezas clave en el proceso de compra y venta de inmuebles. No solo conocen el mercado local a profundidad, sino que también entienden las particularidades de cada cliente. Esto hace que su asesoría sea mucho más que mostrar casas; va desde detectar oportunidades hasta acompañar en negociaciones y trámites legales. Además, hoy en día muchos agentes usan activamente redes sociales como Facebook, Instagram y LinkedIn para llegar a más personas. Según una encuesta de QR Code Tiger, el 46 % de ellos encuentra en estas plataformas las mejores oportunidades de clientes potenciales. Este uso de las redes les permite mantener una comunicación cercana y directa, algo que muchas personas valoran. Un estudio internacional de la National Association of Realtors señala que casi el 90 % de los compradores aún prefieren la guía de un agente profesional para concretar una compra. Aunque el dato es de Estados Unidos, refleja la confianza que sigue inspirando el trato humano en cualquier mercado. Finalmente, los agentes también cuentan con una red de contactos que facilita procesos, desde notarias hasta bancos y otros profesionales, lo que reduce tiempos y riesgos. Ventajas de trabajar con agentes inmobiliarios: Plataformas digitales: rapidez y acceso inmediato Las plataformas digitales han abierto el mercado a cualquier persona con acceso a internet. Sitios como FincaRaíz, Metrocuadrado y La Haus permiten ver miles de opciones, comparar precios y características en minutos, algo impensable hace pocos años. El caso de La Haus es especialmente ilustrativo: reportó un crecimiento en ventas del 618 % en un año gracias a su modelo 100 % digital, con asesoría virtual, recorridos 3D y firma electrónica. Esto representa una ventaja para quienes buscan agilidad y comodidad, sin tener que desplazarse. Estas plataformas también ofrecen datos en tiempo real, como valor promedio por barrio o historial de precios, que ayudan a los usuarios a tomar decisiones informadas. Además, muchas automatizan trámites, como simuladores de crédito o agendamiento de citas, haciendo todo más eficiente. Un informe de Ciencuadras revela que la venta de vivienda nueva creció un 31,5 % en 2024, en parte por el impulso de estas herramientas digitales que facilitan la preventa y la visibilidad de proyectos. Ventajas de las plataformas digitales: ¿Quién gana la batalla? La respuesta no es tan sencilla como escoger a un ganador. Más bien, la clave está en la colaboración entre agentes y plataformas. El agente que sabe usar bien las herramientas digitales puede ampliar su alcance y eficiencia, llegando a más clientes con menos esfuerzo. Por otro lado, las plataformas se benefician cuando incorporan el toque humano, ese conocimiento y confianza que solo un profesional puede ofrecer para cerrar un negocio con seguridad. En Colombia, esta combinación ya muestra resultados concretos: proyectos que integran agentes especializados con soporte digital venden más rápido y a mejores precios, según datos de Ciencuadras. Al final, quien realmente sale beneficiado es quien busca comprar, vender o alquilar. Gracias a esta sinergia, el usuario cuenta con información completa y actualizada, junto con el respaldo y acompañamiento de un experto. Esta combinación de tecnología y experiencia humana es el camino hacia un mercado inmobiliario más transparente, ágil y seguro en Colombia. Por eso, no se trata de elegir entre agentes o plataformas, sino de aprovechar lo mejor de ambos para que tu próxima decisión inmobiliaria sea un éxito.

¿Vale la pena endeudarse para empezar un negocio?

Endeudarse para iniciar un emprendimiento es una de esas decisiones que dividen opiniones. Hay quienes lo ven como un paso valiente y necesario, mientras que otros lo perciben como un riesgo innecesario. Pero, ¿qué tan cierto es que la deuda puede ayudarte a crecer? ¿En qué casos es una oportunidad y en cuáles una carga? Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre esto, con datos, contexto colombiano y algo de sentido común. Endeudarse: ¿una herramienta o una trampa? Solicitar un préstamo para emprender no es en sí mismo algo negativo. De hecho, cuando se utiliza bien, puede ser el empujón que tu idea necesita para despegar. El problema aparece cuando se toma esta decisión sin estrategia ni información. En Latinoamérica, según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), un 45 % de los emprendedores recurre al financiamiento externo para lanzar sus negocios. En Colombia, más de 370.000 microempresas accedieron a crédito en 2022. Esto nos habla de una práctica extendida, pero no necesariamente bien ejecutada. El principio básico es este: si el negocio puede generar más dinero del que cuesta el préstamo, endeudarse tiene sentido. Pero si no hay claridad sobre cómo y cuándo se va a generar ese retorno, el risgo crece. Ventajas de financiar tu emprendimiento con deuda 1. No cedes el control de tu negocio Cuando consigues dinero a través de un préstamo, sigues siendo el único dueño de tu empresa. Nadie más opina, ni exige resultados a cambio de participación. Esto es clave para quienes valoran su independencia. 2. Hay beneficios tributarios En Colombia, los intereses de los préstamos empresariales son deducibles del impuesto de renta. Es decir, pagar intereses puede ayudarte a reducir tu carga fiscal. 3. Planificación clara Un crédito te obliga a ser organizado. Tienes cuotas fijas (o variables) y plazos que respetar, lo que ayuda a planificar los flujos de caja y anticipar necesidades. 4. Historial financiero saludable Cumplir con tus obligaciones crediticias te abre la puerta a préstamos mayores en el futuro y mejora tu reputación ante bancos o inversionistas. Riesgos y realidades que no puedes ignorar 1. Las deudas no esperan Pase lo que pase con tu negocio, las cuotas deben pagarse. Si las ventas bajan o hay una crisis, tú igual tienes que responder. Este punto es el que más presiona a emprendedores que aún no logran consolidarse. 2. El crédito no es barato Según la Superintendencia Financiera, las tasas para microcréditos en 2024 oscilan entre 16,78 % y 49,86 % efectiva anual. Si tu negocio tiene márgenes ajustados, este costo puede comerse tu ganancia. 3. Comisiones ocultas Estudio de crédito, seguros obligatorios, cargos por desembolso… muchos préstamos incluyen costos adicionales que se suman al valor real del dinero prestado. 4. Avales y garantías Los bancos suelen pedir garantías reales o personales. Y si no puedes pagar, tus bienes pueden verse comprometidos. 5. Estrés emocional y financiero Endeudarse sin una estrategia clara genera ansiedad, incertidumbre y presión. Este desgaste puede afectar tanto tu salud mental como la toma de decisiones clave. ¿Qué pasa en Colombia? El acceso al crédito en Colombia ha mejorado. Existen alternativas para todo tipo de emprendedores: Estos programas buscan combatir el crédito informal y brindar alternativas reales a quienes necesitan arrancar o hacer crecer su negocio. ¿Cuándo sí puede valer la pena endeudarse? Endeudarte para emprender puede tener sentido si cumples con estas condiciones: Tienes un modelo de negocio probado Si ya vendes, aunque sea en pequeña escala, y sabes que hay demanda, endeudarte para crecer es más seguro. Sabes exactamente en qué invertirás La deuda debe usarse para generar ingresos, no para cubrir gastos generales sin retorno. Comprar maquinaria, mejorar tu canal de ventas o abrir un nuevo punto de atención son ejemplos válidos. Tus proyecciones muestran que puedes pagar Si tu flujo de caja (ingresos menos gastos) permite cubrir cómodamente las cuotas del préstamo, puedes considerar la deuda una inversión razonable. Conoces tus cifras Tasa de interés, plazo, costo total del préstamo, margen de ganancia… todo esto debe estar claro antes de endeudarte. Nada de firmar sin entender los números. ¿Cuándo es mejor esperar? Hay momentos en que endeudarte puede ser un error: En estos casos, lo más responsable es esperar, buscar apoyo en aceleradoras, programas de emprendimiento o incluso financiamiento alternativo (como el crowdfunding o alianzas estratégicas). En resumen Endeudarse para emprender no es ni bueno ni malo por sí solo. Es una herramienta poderosa si se usa con cabeza fría, estrategia y responsabilidad. Pero también puede ser un arma de doble filo si se toma por impulso o por necesidad urgente. Mi consejo: antes de firmar cualquier crédito, asegúrate de conocer a fondo tu negocio, tus finanzas, tus metas y tus límites. Consulta con expertos, compara opciones, y sobre todo, haz números. La deuda no tiene por qué ser un obstáculo. En muchos casos, es el trampolín que permite crecer. Pero ese salto solo vale la pena si sabes exactamente dónde vas a caer.

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