Más allá del paso del tiempo
Hablar de depreciación puede sonar técnico, pero es un tema que afecta directamente a cualquier persona que tenga o quiera comprar un auto. Desde que el vehículo sale del concesionario, comienza a perder valor. ¿La buena noticia? Aunque no se puede evitar, sí podemos tomar decisiones que ayuden a reducir ese impacto.
En este artículo te comparto los factores que más aceleran la pérdida de valor de un carro, con datos actuales y explicados de manera clara para que puedas cuidar mejor tu inversión.
1. La edad del vehículo
El paso del tiempo es, quizás, el factor más evidente. Según State Farm, un auto nuevo pierde en promedio un 20% de su valor solo en el primer año, y entre un 15% y un 25% adicional cada año durante los primeros cinco. En resumen, al llegar a ese quinto año, tu carro puede haber perdido más del 60% de su valor original.
Esto no quiere decir que comprar un carro nuevo sea una mala decisión, pero sí que conviene entender cómo funciona esta caída para anticipar mejor cuándo y cómo revenderlo.
2. Kilometraje
No se trata solo de los años: cuánto lo usas también importa. En Colombia, un auto recorre en promedio unos 20.000 kilómetros por año. Si superas esa cifra, el carro probablemente se deprecie más rápido.
¿Por qué? Porque un mayor recorrido implica más desgaste del motor, la transmisión, las llantas y otros sistemas importantes. Incluso si el auto está bien mantenido, el kilometraje es una de las primeras cosas que revisa un comprador de segunda mano.
3. Condiciones de us
No es lo mismo conducir en vías pavimentadas y abiertas que en calles mal asfaltadas, con tráfico pesado o en climas extremos. El entorno afecta directamente el desgaste del vehículo.
Según el blog de Solistica, conducir en zonas urbanas con paradas frecuentes o en regiones con muchas lluvias acelera el deterioro de frenos, suspensión, y puede generar corrosión. Todo eso impacta negativamente su valor.
4. Mantenimiento y reparacione
Tener al día el mantenimiento preventivo del carro no solo mejora su desempeño, también protege su valor. De hecho, Autofact afirma que un vehículo con historial de mantenimiento documentado puede depreciarse hasta 10% menos que uno descuidado.
Cambios de aceite, revisiones mecánicas periódicas y reparaciones oportunas son señales de cuidado. Si además puedes respaldarlo con facturas y registros, mucho mejor.
5. Daños por accidentes
Aunque un auto haya sido reparado luego de un accidente, el solo hecho de tener un historial de choque puede devaluarlo hasta un 30%, según Autofact.
¿La razón? Muchos compradores temen que existan fallas estructurales ocultas, o que los arreglos no hayan sido bien realizados. Ser transparente al respecto puede ayudarte, pero lo ideal es evitar incidentes graves siempre que sea posible.
6. Número de propietarios anteriores
Un carro que ha pasado por muchas manos despierta sospechas. Se asume —con o sin razón— que ha sido maltratado o que tiene defectos ocultos.
Por eso, los vehículos con único dueño suelen conservar mejor su valor, y los compradores están más dispuestos a pagar un poco más por ellos.
7. Marca y model
No todos los autos se deprecian igual. Modelos de marcas reconocidas por su durabilidad, como Toyota o Honda, pierden valor más lentamente.
Carroya señala que los modelos con alta demanda en el mercado de segunda mano tienden a resistir mejor la depreciación, ya que hay más interés en ellos y sus repuestos son más fáciles de conseguir.
8. Disponibilidad y costo de repuestos
La facilidad para encontrar repuestos influye mucho. Autos cuyas partes son costosas o difíciles de conseguir pierden valor rápidamente, porque los costos de mantenimiento son más altos.
Esto es común en vehículos importados o de marcas poco conocidas en el país. Carroya también advierte sobre este punto como un factor clave en la decisión de compra o reventa.
9. Consumo de combustible
En tiempos donde el precio del combustible sigue siendo una preocupación para muchos, los autos con alto consumo tienden a depreciarse más.
ElPerito.com resalta que los compradores valoran cada vez más los vehículos eficientes, ya que representan menores costos operativos a largo plazo. Y eso se traduce en mejor precio de reventa.
10. Estética y color
Aunque parezca un detalle menor, el color del auto puede afectar su valor. Tonos como blanco, gris o negro tienen mayor demanda, mientras que colores llamativos o personalizados pueden limitar el número de compradores interesados.
Además, el estado general del interior y la pintura también influye. Un carro bien cuidado visualmente genera mejor impresión y puede mantenerse competitivo en el mercado.
La depreciación es parte natural del ciclo de vida de un vehículo. Pero conocer los factores que la aceleran te permite tomar decisiones más inteligentes. Desde mantener al día las revisiones, cuidar el kilometraje, evitar accidentes y elegir marcas confiables, todo suma.
Cuidar tu carro no es solo una cuestión estética o mecánica, es también una forma de proteger tu inversión. Y si algún día decides venderlo, esos cuidados marcarán la diferencia entre una buena venta… y una pérdida innecesaria.